Depilación láser en axilas

Depilación láser en axilas: la mejor opción

La depilación láser en axilas es uno de los tratamientos más solicitados en Dermaláser Médica Ourense, centro médico especialista en tratamientos de depilación láser dirigido por dermatólogos y endocrinos. Es un tratamiento por el que cada vez se interesan tanto más mujeres como más hombres.

Habitualmente el método de depilación más usado para terminar con el vello de la axila es el rasurado. Pero se trata de un método que irrita notablemente la piel y que tiene el riesgo de cortarse, sin olvidar que es un método en el que la zona no dura depilada demasiado tiempo.

La depilación láser en axilas es el mejor método para terminar con el vello definitivamente. En cuanto al precio, como es un área muy pequeña, el tratamiento es más asequible que en cualquier otra zona del cuerpo, por ejemplo en las piernas, la espalda u otros lugares del cuerpo más extensos.

La parte tratada incluye el hueco de la axila. Abarca unos 7 cm hacia el brazo y otros 7 cm hacia el tronco. Una vez finalizado el tratamiento, la cantidad del pelo eliminado dependerá del tono de piel del paciente, del color del cabello y de la cantidad de vello no deseado que se quiera suprimir. Las sesiones se llevan a cabo en un intervalo de dos o tres meses entre una y otra, si bien empezarás a notar los resultados desde la primera sesión.

Ventajas de la depilación láser en las axilas

• Recomendad para las personas que padecen foliculitis ya que mitiga y en la mayoría de los casos elimina el problema.
• Se puede realizar en personas de ambos sexos.
• Resuelve los casos de hirsutismo en la piel.
• Mejora y consigue una piel más suave y bonita.
• Proporciona mayor higiene corporal ya que el sudor suele quedarse en el pelo y provocar olor.
• Es un método rápido. No son necesarias muchas sesiones, ni son excesivamente largas.
• Elimina definitiva y permanente del vello.
• Aporta la comodidad de no tener que depilarse continuamente.
• Resultados casi desde la primera sesión.
• Es seguro. No tiene ningún peligro para la salud siempre y cuando se sigan las indicaciones del médico supervisa el tratamiento.